jueves, 29 de noviembre de 2007

Papelón

El final era mas previsible que la llegada de la navidad. Boca jugó mal, decididamente mal estos 6 meses. Perdió 5 partidos sobre 8 de visitante, hasta ayer que se transformaron en 6 sobre 9. Podríamos pensar que acá estuvo el problema, pero de local no derrotó a Central, último por lejos en el campeonato, no derrotó a GyE de Jujuy, no derrotó a un Estudiantes sumamente disminuido. Entonces dónde estuvo el problema. El problema estuvo en que este equipo nunca se destacó por su juego colectivo y siempre pesó con sus individualidades. Un técnico inoperante al por mayor, que nunca pudo dar vuelta un resultado, nunca se vió su mano para corregir el rumbo. Lento para hacer los cambios, ante la adversidad metía a Bueno con Palermo, dos jugadores que juegan de lo mismo. Llama la atención ver a un plantel tan displiscente, tan opaco, tan insulso desde lo anímico. Llama la atención los intentos vanos por aguantar un resultado contra Tigre. Llama la atención que siendo 2 contra 4 nos hagan paredes en el area y nos emboquen. Llama la atención el pobrísimo estado físico de muchos. Llama la atención que lo hayan echado a Insua para equilibrar las finanzas y ahora se gasté una barbaridad por Riquelme. Llama la atención que gasten una fortuna por un jugador para que apague el incendio.
Definitivamente, llama la atención que haya tantos mercenarios en un club del que ni siquiera son hinchas.

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